Agatha Christie, tras publicar El asesinato de Roger Akroyd, protagonizada por Hércules Poirot, revolucionó el modo en que se escribían las novelas de detectives hasta entonces. Y puede presumir también de haber escrito la obra de teatro que más tiempo ha estado en cartel, La ratonera, que comenzó a representarse en 1952 y aún sigue representándose.
Y en la estela de las primeras novelas policíacas, no podemos olvidar a Miss Marple, la agradable ancianita cuyo pasatiempo favorito es resolver crímenes.
Agatha Christie
«Los mejores crímenes para mis novelas se me han ocurrido fregando platos. Fregar los platos convierte a cualquiera en un maníaco homicida de categoría».
Agatha Christie
Nacida a finales del siglo XIX, trabajó como enfermera durante la Primera Guerra mundial, lo que le proporcionó grandes conocimientos sobre venenos que después utilizaría en sus historias. Fue en esta época cuando publicó su primera novela, El misterioso caso de Styles, que supuso también el nacimiento del gran Hércules Poirot.
La escritora se inspiró en Sherlock Holmes para crear a su redicho y bigotudo detective belga, para el que ningún crimen es imposible de resolver gracias a sus «células grises».
Tras divorciarse de su primer marido, conoció a Max Mallowan, un arqueólogo al que acompañó a excavaciones en Irak y Siria, lo que le sirvió de inspiración para muchas de sus novelas, como Muerte en el Nilo o Asesinato en Mesopotamia, entre otras.
Su misteriosa desaparición
El 3 de diciembre de 1926, Agatha Christie desapareció sin dejar rastro. Después de que su primer marido le pidiera el divorcio, dejó una nota a su secretaria: «No estaré en casa esta noche. Mañana ya te diré dónde estoy». Pero no lo hizo.
Al día siguiente, agentes de Scotland Yard encontraron un coche abandonado fuera del camino, en medio de la campiña. Dentro, un abrigo de pieles y un carné de conducir con el nombre de Agatha Christie. Cundió el pánico y comenzó la búsqueda de la autora.
Reapareció once días después. Aún hoy, nadie se ha podido explicar dicha desaparición, digna de cualquiera de sus novelas.
Citas
Diez negritos

«Ciertos maniáticos homicidas son personas de mente tranquila, aparentemente inofensiva…, hasta deliciosa… a veces».
«Uno se figura un montón de cosas y se imagina que los otros le miran de reojo».
«―¿Sabe usted qué pienso?
―Desde el momento en que usted piensa decírmelo es inútil que me rompa la cabeza adivinándolo ―replicó, riendo».
«Estamos cinco personas en esta habitación. Uno de nosotros es el asesino».
En otras ediciones esta novela se titula Y no quedó ninguno, por la canción infantil en la que se basó la autora para escribirla.
El asesinato de Roger Akroyd
«Con cada nuevo acontecimiento que surge es como la sacudida que se le da a un caleidoscopio: la cuestión cambia por completo de aspecto».
«Es totalmente insignificante. Es por eso que es tan interesante».
«Todos ocultamos algo, de una u otra forma. A veces no es lo que ocultamos, sino el motivo por el cual lo hacemos, lo que realmente importa».
«―Pues bien: allez! ―dijo Poirot―. Representen la pequeña comedia».

Muerte en el Nilo

«Conciben una hipótesis y quieren que todo encaje en ella. Si algún dato o pormenor no encaja en la hipótesis, la rechazan. Pero siempre los hechos que no encajan son los significativos».
«Cualquiera puede convertirse en un criminal en un momento dado».
«Lo imposible no puede haber sucedido. Por tanto, lo imposible tiene que ser posible a pesar de las apariencias».
«Soy un hombre lleno de vanidad. Me gusta decir: «¡Vean que listo es Hércules Poirot!».
El caso de los Anónimos
«Los perros son sabios. Se arrastran lejos a un rincón tranquilo para lamer sus heridas y no volver al mundo hasta estar del todo recuperados».
«En la vida de todos hay capítulos ocultos que se espera nunca puedan ser conocidos».
«Guardamos silencio mientras yo fumaba mi pipa. Fue uno de esos silencios en que uno se siente bien acompañado».
Némesis
«Hay muchas viejas cotillas y todas son muy parecidas. Por supuesto, no me distingo de ninguna de las otras. Una vieja cotilla como tantas otras, y eso, desde luego, es un excelente disfraz. Me pregunto si voy por el camino correcto. Algunas veces sé cómo son las personas. Me refiero a que sé cómo son las personas, porque me recuerdan a otras que he conocido, así que deduzco algunos de sus defectos y algunas de sus virtudes. Sé de qué pie cojean las personas, eso no se me discute».
«El odio no es una fuerza tan sólida como el amor».
El misterioso caso de Styles
«El instinto es algo maravilloso ―musitó Poirot―. No podemos negar su existencia, aunque no pueda ser explicado».
«―Hablar o no hablar, como dijo su gran Shakespeare, esa es la cuestión. No me molestaré en corregir la cita».
«―Todo asesino es, posiblemente, el viejo amigo de alguien ―observó Poirot filosóficamente―. No puede usted mezclar los sentimientos y la razón».
«La pulcritud de su atuendo era increíble. Dudo que una herida de bala pudiera dolerle tanto como una mota de polvo».
¿Cuál es tu cita favorita de Agatha Christie? Déjamela en comentarios y la añadiré al artículo.